Sorbete de limón

Qué necesitas:

• 165 ml de zumo de limón recién exprimido
• 125 g de azúcar (hazlo light con edulcorante a tu gusto)
• 125 ml de agua
• La piel de medio limón, sin partes blancas
• 2 hojas de gelatina (unos 3.5g)

Cómo se prepara:

Día 1:

1. Pon en el congelador el vaso de la heladera.
2. Ahora tienes que preparar los limones. No los cortes por la mitad, corta un poco más arriba para que les quede una tapita, además, hazles un corte en la base para que se sostengan bien.
3. Si tienes un exprimidor para limones (es más estrecho que el de naranja), solo tienes que extraer el zumo y quitar la pulpa que te quede con una cucharita. Si no, tendrás que sacar toda la pulpa con un cuchillo y colar el zumo resultante.
4. Una vez bien vacíos los limones ponlos en el congelador.
5. Cubre con agua la gelatina hasta que esté bien hidratada.
6. Ahora toca preparar el almíbar. Pon en un cazo el azúcar y el agua a fuego medio. Cuando el azúcar se haya diluido apaga el fuego y déjalo enfriar. Añade la gelatina bien escurrida y remueve hasta que esté bien diluida.
7. Corta la piel del limón en juliana muy fina y ponla a hervir en agua durante 3 minutos. Escúrrela y la vuelves a poner en un cazo con una cucharadita de azúcar y un chorrín de agua. Cuando espese la mezcla retírala del cazo y deja que enfríe.
8. Ahora sólo tienes que mezclar el zumo con el almíbar y la piel de limón. Deja que enfríe en la nevera, de un día para otro.

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Día 2:

1. Enchufa la heladera y ve echando poco a poco la mezcla. Déjala trabajando unos 35 minutos. Te saldrá un sorbete súper blanco y con un potente sabor a limón.
2. Rellena los limones y conserva en el congelador. También lo puedes verter en un recipiente y congelarlo para servirlo en bolas.